domingo, 25 de octubre de 2015

Ambiente Montessori


"El niño debe estar libre", dijo la Dra. Montessori, para ser de verdad un amo de su ser. Él debe estar libre para tomar sus decisiones y hacer sus descubrimientos aprendiendo por sí mismo.

María Montessori se dio cuenta de que estaba ausente en el currículum tradicional la naturaleza,  el color los  juguetes educativos atractivos y para ella los muebles del aula no estaban acorde del tamaño de los niños. Se dejó de lado la idea de las aulas de clase oscuras, sin ventanas, ambientadas únicamente con un pizarrón negro, donde los alumnos estaban como estatuas alineados en sus bancos y, en cambio, empezó a valorizarse la importancia que tenían los lugares agradables, amplios, donde los pequeños podían moverse sin problemas y contaban con elementos como cubos, cajas de colores, etc. que contribuían a estimular el cerebro, el intelecto y la capacidad de comunicación infantil. Todo diseñado ( materiales, estantería, mesas y sillas) de acuerdo a la estatura promedio de los infantes.  Dentro de este ambiente preparado, los niños están libres de elegir sus propios materiales y actividades, cambiar de actividades, sentarse en las sillas o arrodillarse en las mantas, pueden moverse libremente por el cuarto, trabajar solos o con otros, siempre y cuando su seguridad no esté implicada y respeten los derechos de los demás.
El aula está subdividida en áreas temáticas donde se exponen los distintos  materiales. Esta sub-division  potencia todas las áreas del desarrollo: las ciencias, las matemáticas, el lenguaje, el arte, el desarrollo motor, entre otros. Pero a su vez, el aula es parte de desarrollar, la convivencia, las habilidades sociales, el desarrollo de la autoestima, los hábitos de orden, perseverancia, concentración, amor por el trabajo, autonomía, liderazgo, etc.
Los niños pueden trabajar en grupos o individualmente, respetando, de este modo, su propio estilo y ritmo. Cada niño utiliza el material que elige tomándolo de la estantería y devolviéndolo a su lugar para que pueda ser usado por otros. Este ambiente promueve la independencia del niño en la exploración y el proceso de aprendizaje. La libertad y la autodisciplina hacen posible que cada niño encuentre actividades que dan respuesta a sus necesidades e intereses.


El aula Montessori se organiza con grupos de niños, por ejemplo:

Desde el nacimiento hasta los 3 años:
Durante los primeros tres años de la vida del niño se sientan las bases para su futuro desarrollo, el niño  incorpora experiencias, relaciones, emociones, imágenes, lenguaje, cultura, a través de sus sentidos y por el simple hecho de vivir. Estas experiencias de vida dan forma a su cerebro, formando redes neuronales que tienen el potencial de permanecer con la persona toda su vida. En esta etapa, la educación Montessori se concentra en el desarrollo del habla, el movimiento coordinado y la independencia, que le dan confianza al niño, le permiten descubrir su propio potencial y su lugar dentro de una comunidad.

De los 3 a los 6 años
Se divide en cuatro áreas de trabajo:
VIDA PRÁCTICA: Son actividades que apuntan al cuidado de sí mismos, de los demás y del ambiente físico que habitan. Las actividades incluyen tareas que le son familiares a los niños: lavar, lustrar, poner la mesa, arreglo de floreros, etc. También se introducen actividades de "gracia y cortesía" que caracterizan a todos los seres civilizados. A través de éstas y otras actividades, se logra coordinación y control del movimiento y exploración del entorno. Los niños aprenden a realizar una tarea de principio a fin, desarrollan su voluntad, su autodisciplina, la capacidad de concentración y la confianza en sí mismos.
SENSORIAL: Los materiales sensoriales son herramientas para que los niños refinen cada uno de sus sentidos ya que cada uno aísla una cualidad particular: olor, tamaño, peso, textura, sabor, color, etc. En esta edad preescolar en la que el niño recibe excesiva información sensorial, estos materiales le permiten encontrar orden y sentido en el mundo, elevan su capacidad de percepción, favorecen la observación y un sentido de admiración por todo lo que los rodea.
LENGUAJE: Son capaces de usar el lenguaje inteligentemente con precisión,. Aprenden a escribir partiendo de los sentidos (el oído, el tacto) y, como una consecuencia natural de esto aprenden a leer. Como una extensión de las actividades de lenguaje, los niños aprenden sobre geografía, historia, arte, música. Estas áreas ayudan al niño a conocer el entorno que lo rodea y a despertar la conciencia en el niño del lugar que ocupa en el mundo; los lleva a sentir respeto y amor por su ambiente, y crea un sentido de solidaridad con toda la familia humana y su hábitat.
MATEMÁTICAS: Los materiales ayudan al niño a aprender y entender conceptos matemáticos al trabajar con materiales concretos que lo conducen intuitivamente hacia conceptos abstractos. Le ofrecen impresiones sensoriales de los números y sientan las bases para el álgebra y la geometría.
De los 6 a los 12 años
Incluye cinco Grandes Lecciones o lecciones fundamentales a partir de las cuales se desarrollan estudios específicos en distintas áreas. Las lecciones están diseñadas para despertar la imaginación, la curiosidad y la admiración por la capacidad creativa e innovadora del espíritu humano.
Las cinco lecciones son:
1.    Desarrollo del Universo y de la Tierra: Astronomía, meteorología, química, física, geología, geografía.
2.    Desarrollo de la Vida: Biología, botánica, medio ambiente, evolución de la vida, zoología.
3.    Desarrollo de los Seres Humanos: Historia, cultura, estudios sociales, descubrimientos científicos e invenciones.
4.    Comunicación: Lectura, escritura, lingüística, estructuras del lenguaje, literatura.

5.    Matemáticas: Origen de los números, sistemas de números, geometría.

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